- Año: 2006
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Fotografías: Silvia Babsky Nadel, Ramón Valls Navascues
“El Olivar“, situado a unos 100Km. al noroeste de Madrid cuenta durante el invierno con unas 20 familias que viven y trabajan en los alrededores, el resto de los habitantes viven en las grandes ciudades del entorno y pasan sus fines de semana en la tranquilidad del campo.
Mediante una subvención de la consejería de cultura de Castilla-La Mancha y con el objetivo de acercar las nuevas tecnologías y la cultura al pueblo se plantea un pequeño centro social y cultural con un programa básico pero suficiente que cuenta con una biblioteca-mediateca, un centro social y una sala de ordenadores. A pesar de las estrictas ordenanzas y de una situación algo escondida detrás de la iglesia y del cementerio, el centro se erige como un símbolo de modernidad dentro del pueblo tanto para los habitantes como para los turistas.
Por otro lado, se dotó al centro de grandes ventanales que fomentaran la transparencia y vistas al paisaje. En respeto al carácter rústico del entorno y en cumplimiento de las ordenanzas se adaptó la solución consistente en un muro de fachada de aparejo de piedra sobre una estructura metálica que soporta una espectacular estructura de madera laminada para la cubierta. La inversión de las pendientes de cubierta permite que los puntos más altos se encuentren en fachada, incluso desde la distancia, como objeto singular.